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Astrid Torrente: el violín más viral

La reusense Astrid Torrente es una apasionada del violín desde los 7 años y ha logrado convertir ese amor en su profesión, donde ha podido desarrollar su carrera y transmitir esa pasión en cada paso que da.

Su objetivo, según ella misma explica, es “enseñar a las siguientes generaciones la belleza de esta disciplina y mostrar a través del espectáculo, que la música puede ser interpretada de muchas maneras y cada una ofrece una visión única y diferente”.

Escuchar a Astrid es un deleite. Ya sea una pieza clásica, un tema de rock o un hit actual o la canción más folclórica. Gracias a esa variedad y a la inclusión del violín electrónico con luces led, se ha ganado el apodo de "La chica del violín transparente".

La trayectoria de Astrid es prolífica. Primero fue el "Despacito" el que le abrió mucho camino en el mundo laboral. Ese éxito provocó que Astrid se diera cuenta que debía cambiar el chip y ofrecer un espectáculo con música más actual, que al fin y al cabo, es la música que escuchamos todos en nuestro día a día.

Pero entonces llegó la pandemia de la Covid. De un día para otro se le cayó a Astrid el trabajo de todo un año, así que tocó reinventarse de nuevo. Todos los días Astrid interpretaba conciertos en el balcón y aprovechaba para hacer directos en redes sociales. Se hizo viral. La gente agradecía mucho poder disfrutar de música aunque fuera desde su casa y a través de un teléfono móvil. Así fue cómo Astrid empezó a crecer mucho en Instagram.

El año pasado decidió dar el paso a TikTok, donde también triunfa. Este año ha tenido otro nuevo objetivo en su vida profesional: participar en el reality show talent de TV3 ‘La Gran Vetllada’. Resultó ganadora. Ha conseguido dejar de impartir las clases y vivir de la música y redes sociales exclusivamente. Hasta el curso pasado estuvo dando clases como profesora de música en el prestigioso centro Arce de Reus. No fue su única experiencia televisiva. También intervino como música en ‘First Dates’.

Astrid rebosa optimismo: “Ahora mismo me siento con ganas de comerme el mundo. Espero que mi camino en la vida me lleve a muchísimas más experiencias como las que he vivido todos estos años y que esas experiencias me hagan crecer mucho más como persona y como profesional”.