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Àurea Rodríguez: experta en innovación

La capacidad de innovación es una de las claves para que las empresas sobrevivan en un mundo cada vez más competitivo y en el que los planes puede saltar por los aires con ‘sorpresas’ como la pandemia de Covid o la guerra de Ucrania. La torrense Àurea Rodríguez es una experta en esa cuestión.

Su carrera siempre ha estado relacionada con la tecnología y la innovación con múltiples responsabilidades en organizaciones, administraciones y empresas tecnológicas. Ha sido gerente del Centro Tecnológico de Nutrición y Salud de Reus, de Eurecat en Tarragona y directora de Innovación Empresarial de ACCIÓ (Agencia para la Competitividad de la Empresa de la Generalitat de Catalunya), entre otros.

Actualmente es miembro de los consejos de administración de las empresas QGenomics y Talentea. Esta empresa fue una de los ocho finalistas de los premios del BBVA y el ‘Diari de Tarragona’ a la innovación empresarial en Tarragona.

Àurea forma parte de la red de expertos Los100deCotec de la Fundación COTEC, del consejo asesor de AMEC, es profesora associada de la URV y experta sénior de la Comisión Europea en transferencia de resultados. Asimismo colabora con múltiples organizaciones para poner en valor el talento y la innovación en especial femenino como la Fundación Impulsa Talentum, el Ecologyhub Ebre y el club de inversión femenino WeRock Capital.

Fruto de todas sus experiencias y su afición por la divulgación, creó #SINERGENTES como post setmanal sobre innovación y tecnología que la han llevado a ser finalista de los premios DONATIC 2022 en divulgación. Comprometida con el empoderamiento femenino en tecnología, promueve la participación de las mujeres en esta nueva economía.

Acaba de publicar el libro ‘Antes muerta que analógica', donde revoluciona la tecnología y la economía digital. En la obra, Àurea defiende que “es imprescindible que el desarrollo de la tecnología no se quede en manos de unos pocos y también que los algoritmos queden libres de los sesgos que marginan por edad, cultura, sexo, formación y posición económica o social”. Los catorce capítulos de ‘Antes muerta que analógica’ están impregnados, de manera explícita y deliberada, en la reivindicación del feminismo tecnológico.