La Sínia: los cuidadores del Gaià
La Associació Ambiental la Sínia está de celebración. Este año cumple su 25 aniversario y a través de la trayectoria de esta entidad pueden conocerse los pasos dados a favor de la conservación del Gaià, a lo largo de las últimas décadas. La Sínia ha nacido y ha crecido alrededor del río. Sus orígenes se sitúan en la desembocadura y, a medida que la entidad ha ganado músculo la ‘lucha’ se ha extendido a lo largo de los 68 kilómetros de recorrido que hacen las aguas, desde Santa Coloma de Queralt a la playa de Tamarit.
Uno de los miembros de la entidad, Hèctor Hernàndez, recuerda los orígenes. Se sitúan en los años noventa, cuando "empieza a aflorar la preocupación porque no bajaba agua por el río". Asegura que en aquellos momentos las poblaciones y vecinos del Baix Gaià vivían de espaldas a esta realidad. "Es como si la generación anterior hubiera aceptado que se había perdido". Y en este contexto se creó la plataforma Salvem el Gaià, que quería recuperar el caudal ecológico hasta la desembocadura.
A partir de ahí, la entidad empezó a abordar las diferentes problemáticas que generaban la falta de agua. En paralelo, realizó un conjunto de acciones de conservación, retirada de residuos y eliminación de especies invasoras en el tramo final, que permitieron que en 1992 se catalogara como espacio natural protegido.
Desde 2006, la entidad empezó a profesionalizarse y ahora mismo cuenta con seis trabajadores fijos, alrededor de 170 socios y una masa de entre 600 y 900 voluntarios. La Sínia es miembro del Grup de Custodia Fluvial de la Xarxa per a la Conservació de la Natura (XCN) y uno de sus trabajadores forma parte de la junta directiva de la XCN. Todos los recursos (humanos y económicos) de los que dispone la entidad se centralizan en tres objetivos principales:
1. La conservación de hábitats acuáticos (litorales y continentales) y su biodiversidad autóctona asociada.
2. La educación ambiental en escuelas y diferentes colectivos.
3. El voluntariado ambiental, a partir de las actividades que la entidad organiza en varios municipios de la cuenca del Gaià. El voluntariado ambiental contribuye a vertebrar, consolidar y expandir la labor de la entidad siendo, al mismo tiempo, el medio para la difusión de los valores naturales y servicios ecosistémicos que los hábitats acuáticos ofrecen al conjunto de la población.